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Tus KPIs están optimizando métricas, no personas

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Todos hablan de métricas como tasa de conversión, generación de leads o ROI. Pero casi nadie se pregunta cuánto tiempo le toma a tu equipo entregar una pieza gráfica, escribir un artículo o lanzar una campaña.

Estás midiendo el éxito digital y dejando fuera algo igual de importante: cómo trabaja tu equipo. Y eso, sin darte cuenta, está afectando los resultados.

Estamos mirando solo una parte del tablero

El marketing se volvió adicto a las métricas digitales: conversiones, clics, retención. Son valiosas, claro. Pero si eso es lo único que observas, estás perdiendo de vista la película completa.

Esas métricas no revelan cuánto tiempo se pierde reescribiendo una presentación o esperando una aprobación que nunca llega a tiempo.

El error: pensar que solo importa el resultado final

Hoy la mayoría de líderes mide lo que ocurre hacia afuera (el funnel, los leads), pero no lo que pasa dentro del equipo (el trabajo diario).

¿Sabes cuántas veces se corrigió ese video antes de publicarse? ¿O cuántas tareas deben rehacerse por falta de claridad? Eso también tiene un costo. Y muchas veces, es el más alto.

El nuevo enfoque: medir cómo trabaja tu equipo

No se trata de controlar, se trata de entender.

Empieza a observar:

  • Cuánto tarda tu equipo en completar diferentes tipos de tareas.
  • Cuántas versiones necesita un diseño antes de aprobarse.
  • Qué aprobadores suelen generar más demoras.
  • Cuántos proyectos se atrasan por falta de feedback oportuno.
  • Cuánto tiempo transcurre entre la primera entrega y la versión final.

Con herramientas como Eira, puedes ver todo esto en un solo lugar: quién tiene tareas pendientes, dónde se detiene el flujo de trabajo y cuánto se desvió un proyecto del plan inicial.

¿De verdad conoces el costo real de tus campañas?

Cuando reportas el ROI, ¿incluyes el tiempo que invirtió tu equipo haciendo 20 correcciones a una sola pieza? ¿O las semanas perdidas esperando la validación de un VP con la agenda saturada?

Medir solo lo que ocurre fuera de tu equipo da una imagen incompleta. El verdadero retorno de inversión debe contemplar también el tiempo, la energía y el desgaste de quienes hacen que las campañas sucedan.

Medir para liberar, no para controlar

Estas métricas no buscan vigilar. Buscan liberar. Un equipo que conoce sus tiempos, obstáculos y oportunidades de mejora trabaja con más foco, menos fricción y mayor claridad.

Y eso se nota en la calidad, la velocidad y, sí, también en el ROI.

Métricas simples que puedes empezar a usar hoy

Métrica Para qué sirve
Tiempo promedio por tipo de tarea Detectar cuellos de botella
Iteraciones por entregable Evaluar claridad de briefings y calidad de entregas
Aprobadores más lentos Identificar frenos en los flujos de validación
Desvío entre fecha estimada y real Anticipar retrasos y mejorar planificación
Tareas abiertas sin feedback Detectar bloqueos silenciosos

¿Cómo lo facilita Eira?

  • Muestra cuántas veces se corrigió una pieza antes de aprobarse.
  • Identifica quiénes suelen retrasar el proceso por falta de respuesta.
  • Alerta si un proyecto se acerca a su vencimiento sin avances.
  • Ayuda a asignar responsabilidades y mantener el orden, evitando que algo quede pendiente por error.

Si quieres crecer, necesitas entender lo que pasa internamente

Estas métricas te permiten escalar de manera sostenible. Con ellas puedes equilibrar cargas, optimizar procesos y dar retroalimentación con datos, no con suposiciones.

Eso te posiciona como líder estratégico, no solo como ejecutor de campañas.

Qué puedes hacer esta semana

  • Elige una métrica interna para empezar: por ejemplo, “tiempo entre la primera entrega y la versión final”.

  • Conversa con tu equipo: ¿qué los frena? ¿qué se podría medir para trabajar mejor?

  • Usa una herramienta como Eira para visualizar tareas, tiempos y responsables en un solo panel.

  • Ajusta procesos con base en datos reales, no en intuiciones.

¿Ahora qué sigue?

Estás midiendo todo lo que ocurre hacia afuera. Es hora de medir también lo que sucede dentro.

Porque si tu equipo trabaja mejor, los resultados también mejoran.

Y si puedes ver en tiempo real qué funciona y qué no, tomarás decisiones más acertadas.

No se trata de control. Se trata de claridad.

¿Qué podríamos dejar de hacer si supiéramos cuánto nos cuesta cada paso?

Y si necesitas una herramienta que te ayude a ver todo sin complicaciones, prueba Eira.